Herida de la injusticia

¿Cómo evitarla?

Resulta muy fácil explicar aquí como evitar que nuestros hijos e hijas se sientan de esta manera pero llevado a la práctica es mucho más difícil de lo que imaginamos. En primer lugar porque se trata de reacciones que marcan nuestro temperamento, que a su vez está condicionado por nuestras propias heridas emocionales, llegar a educarlo y no dejarse llevar por el "mono" que llevamos dentro depende de nosotros y conlleva un arduo trabajo interior. 

Tips para evitarla:

  • Evita ser extremadamente estricto y rígido con el infante
  • Dirige con rigidez las normas del hogar y las reglas sociales, pero siempre explicando la razón de cada una de estas normas de manera amistosa.
  • Acepta al infante tal y como es, no busques en el una perfección idealizada.
  • No intentes desarrollar tus sueños frustrados en el infante, haciéndole sentir mal por tener otros sueños o por "no dar la talla"
  • Respeta en todo momento las emociones del infante. Si algo le hace llorar, no le quites importancia con frases como: no es para tanto, por esto no hay que llorar, en lugar de eso explícale por que no es razón de llanto con amor y comprensión. 

¿Cómo sanarla?

Lo primero de todo para poder sanar una herida emocional es entenderla. Indaga en ella, busca el origen de tu herida, piensa en el pasado, es doloroso, lo sé, es solo el primer paso. Debes conocer tus debilidades y tus defectos y aceptarlos para poder hacer este camino interior, debes entender el porqué de tu forma de ser y tus reacciones para poder modificarlos o educarlos de nuevo.

El segundo paso para sanar esta herida es identificar los momentos en los cuales, de manera inconsciente, estás actuando movido por esta herida. Momentos en los que el sentimiento o emoción que estás sintiendo no forman parte de ti, sino de tu "ego" y de esa herida. Momentos como por ejemplo:

  • Cuando no acepto opiniones diferentes a las mías.
  • Cuando soy estricto y rígido conmigo mismo y con los demás.
  • Cuando busco la perfección en todo a mi alrededor.
  • Cuando me pongo metas obsesivas a largo plazo.
  • Cuando soy estricto con mis propias creencias.
  • Cuando me auto-exijo demasiado.
  • Cuando soy incapaz de negociar o debatir con otra persona.
  • Cuando no confío en el buen hacer de los demás.

En tercer lugar, debemos tener una lucha constante con nosotros mismos, perdonándonos y aceptándonos siempre. Hay que tener en cuenta  que estas actitudes y creencias han vivido con nosotros la mayor parte de nuestra vida, se originaron cuando estábamos aprendiendo lo que significaba vivir y no va a ser fácil deshacernos de ellas. Por ese motivo no debemos desistir y darnos todo el tiempo que necesitemos. Van a pasar meses, años... y será un proceso duro y doloroso pero cada día estarás mucho mejor que el día anterior y un día ya no te darás cuenta, pero ese proceso mental de corregirte a ti mismo que hacías al principio ahora lo haces de manera inconsciente.

Y sobre todo, SOBRE TODO, nunca rechaces la ayuda de alguien que te quiere cuando estés hundido. Este es un camino que debemos hacer solos, pero el apoyo y amor de las personas a nuestro alrededor son fundamentales para seguir adelante.

© 2020 Niños Felices. Todos los derechos reservados.
Laia Romera Macías 
Creado con Webnode Cookies
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar